En esta ocasión nos dirigimos a Palaos. No es fácil llegar, nosotros optamos por volar a Doha y de allí a Manila, tras una parada en Manila de dos días, nos dirigimos en uno de los dos vuelos directos que United ofrece semanalmente desde esta ciudad (martes y viernes), los otros pasan por Guam. La parada de dos días en Manila, al margen de conocer un poco la ciudad, era tener margen para coger el vuelo de Manila a Koror en caso de tifón, de hecho el día antes un categoría 4 pasó por el norte de Luzón.

Palaos es una república independiente que rehusó formar parte de los Estados Federados de Micronesia. 

Si bien finales de septiembre no es la mejor época del año para ir, no es temporada de mantas y todavía estábamos en la temporada de lluvias, aunque ya era el final, teníamos la ventaja de que era temporada baja y los precios son mucho más asequibles.

La oferta hotelera de Palaos no es muy amplia y los precios son elevados. Nosotros nos alojamos en el Cove Resort, un hotel bastante nuevo y que nos quedaba a unos 50 metros del centro de buceo Neco Marine.

Palaos fue controlada por España hasta 1899, la isla junto con el resto de las Carolinas, se llamaban así en honor de Carlos II de España y fueron vendidas o mejor dicho, regaladas a Alemania tras la derrota en la guerra con Estados Unidos.

Alemania tenía gran interés en estas islas por la producción de fosfatos, y uno de sus legados ha sido el conocido "German Channel" un canal que abrieron en mitad del arrecife para facilitar la entrada y salida de buques grandes sin tener que realizar un gran rodeo.

En 1914 Alemania transfiere el control a Japón que desde 1920 ejerció la administración por mandato de la Sociedad de Naciones. Así pues en contra de lo que muchos creen, no fue invadida por los japoneses.

En la guerra del pacífico se libró una de las batallas más feroces e inútiles de la guerra, la batalla de Peleliu, en la que fallecieron más de 2.000 soldados americanos y 10.000 japoneses. Lo que los americanos pensaban que iba a ser un paseo tras 3 días de bombardeos, se tornó en una cruenta batalla.

Los japoneses aprovechaban los túneles naturales y de las minas de fosfatos que había en la isla para hacerse fuertes y resistir frente a los americanos. Finalmente la isla fue conquistada, pero son muchos entendidos los que dudan de la importancia estratégica de esta victoria.

Dos años después de la rendición japonesa, un grupo de soldados japoneses aparecieron en la isla, aún creían que estaban en guerra y tuvo que desplazarse un alto mando del ejercito nipón para convencerles. En ese momento firmaron una segunda rendición y que es desconocida para muchas personas.

La temperatura del agua es 29ºC una auténtica delicia. Nosotros además tuvimos la suerte de que al ser temporada baja realizamos todas las inmersiones con el guía, con lo que pudimos organizar las salidas a la carta y unicamente con las limitaciones que nos impuso el viento y que nos obligó a realizar inmersiones en la zona interior del arrecife.

Precisamente por esa limitación del clima pudimos realizar algunas inmersiones en pecios de la guerra del Pacífico... y he de decir que el Iro maru se merecía más de una inmersión... 

La mayoría de inmersiones son a la deriva, pero con un patrón que sabía perfectamente lo que hacía. 

Las zonas de Blue holes, Blue corner, German Channel... hay momentos en los que no sabes a donde mirar, tiburones, napoleones, ballestas, gorgonias, corales... una auténtica gozada.

Son muchas fotos, pero como os digo, es una auténtica maravilla.